martes, 28 de febrero de 2012

EL JUEGO

Los expertos en desarrollo infantil comentan que en el juego existe libertad para experimentar con nuevas experiencias y para cometer errores. Durante el juego el niño establece sus propios ritmos y controla la situación, es independiente y tiene tiempo para resolver los problemas que se le plantean. Todos ellos factores importantes para obtener un pensamiento eficaz. Los adultos deben ser agentes mediadores para llevar al niño a realizar juegos eficaces y con sentido, acercándole las situaciones y juguetes de los que pueda aprender más.
Por eso, tenemos que tener en cuenta las funciones del juego en el desarrollo infantil ya que es el lenguaje principal de los niños. Éstos se comunican con el mundo a través del juego. El juego de los niños siempre tiene sentido, según sus experiencias y necesidades particulares. Muestra la ruta a la vida interior de los niños; expresan sus deseos, fantasías, temores y conflictos simbólicamente a través del juego. Refleja su percepción de sí mismos, de otras personas, y del mundo que les rodea. A través del juego los niños lidian con su pasado y su presente, y se preparan para el futuro.
- El juego estimula todos los sentidos.
- El juego enriquece la creatividad y la imaginación.
- El juego ayuda a utilizar energía física y mental de maneras productivas y/o entretenidas.

El juego es divertido, y los niños tienden a recordar las lecciones aprendidas cuando se están divirtiendo, por esto el juego facilita el desarrollo de:
- Habilidades físicas: agarrar, sujetar, correr, trepar, balancearse.
- Habla y lenguaje: desde el balbuceo, hasta contar cuentos y chistes.
- Destrezas sociales: cooperar, negociar, competir, seguir reglas, esperar turnos.
- Inteligencia racional: comparar, categorizar, contar, memorizar.
- Inteligencia emocional: auto-estima, compartir sentimientos con otros.
También, el juego facilita el aprendizaje sobre:
- Su cuerpo: habilidades, limitaciones.
- Su personalidad: intereses, preferencias.
- Otras personas: expectativas, reacciones, cómo llevarse con adultos y con niños.
- El medio ambiente: explorar posibilidades, reconocer peligros y límites.
- La sociedad y la cultura: roles, tradiciones, valores.
- Dominio propio: esperar, perseverar, lidiar con contratiempos y derrotas.
- Solución de problemas: considerar e implementar estrategias.
- Toma de decisiones: reconocer opciones, escoger, y lidiar con las consecuencias.
Para facilitar el análisis de las diversas aportaciones del juego al desarrollo psicomotor, intelectual, imaginativo, afectivo social... del niño, presentamos una tabla en la que si bien aparece cada aspecto por separado, es importante señalar que el juego nunca afecta a un solo aspecto de la personalidad humana sino a todos en conjunto, y es esta interacción una de sus manifestaciones más enriquecedoras y que más potencia el desarrollo del hombre.
Los/as niños/as juegan actualmente, la mayoría del tiempo, con videojuegos o deportes de competición para profesionales, que no muestran los valores ni las técnicas que necesitan para saber resolver sus problemas cuando sean mayores. Los conflictos entre ellos y sus juegos electrónicos no requieren ningún tipo de comunicación. El juego siempre tiene razón y el/la niño/a tiene el recurso de acabar con el conflicto apretando el botón para iniciar una nueva partida. Muchas veces aprender artimañas manipulativas para evitar pasar por esas dificultades, y las asimilan como una habilidad.

Los/as niños/as necesitan aprender pautas de comunicación mucho más productivas, más realistas y más efectivas para llegar a ser adultos felices. Los conflictos entre compañeros/as son de persona a persona, no de persona a máquina. La mayoría de las veces lo importante de un conflicto entre dos personas no es si se tiene razón o no; la forma en la que discutimos es más relevante qué quien está en los cierto o quién está equivocado/a.

Estas son razones que nos hacen ver lo necesario que es el juego en la educación. El juego no está destinado únicamente hasta que los/as niños/as pasen el tiempo, sirve para mucho más, sirve para educar. Veamos algunas de las razones por las que el juego es educativo.

En todas las partes del mundo los niños juegan tan pronto como se les presenta la oportunidad, haciéndolo de una manera totalmente natural. El juego es parte de sus vidas, quizás es una de las pocas cosas en las que pueden decidir por sí mismos.



La manera de considerar a los niños, el juego y los juguetes varía según el país del que estemos hablando. No todas las culturas consideran el juego como un factor importante para el desarrollo o madurez del niño, a pesar de que la investigación especializada ha demostrado que lo más importante que puede hacer un niño es jugar. Esta actividad, además de ser la principal con la que el niño cuenta para relacionarse socialmente y aprender, se constituye en un elemento imprescindible para su correcto desarrollo físico, emocional y social.
Su papel es básico, ya que estimula la motricidad gruesa y fina, posibilitando que se obtenga un control sobre los músculos grandes y pequeños que permitirá tener la coordinación necesaria para moverse libremente. Jugar enriquece la comprensión y expresión del lenguaje como así también la capacidad de interactuar y relacionarse socialmente con los objetos y las personas que le rodean. Si las experiencias del niño son positivas, aumenta su autoconfianza.
Compartir positivas experiencias lúdicas crea fuertes lazos entre adultos y niños a través de toda la niñez. En una palabra, el jugar es vital para el desarrollo en la infancia ya que a través del juego se ponen en práctica todas las habilidades que favorecen la maduración y el aprendizaje. Aunque los niños aprenden a través del juego con placer, no es un objetivo en sí mismo. Solamente es un medio para alcanzar una meta final. Es una actividad natural que les proporciona placer y satisfacción..
Popularmente se le identifica con diversión, satisfacción y ocio, con la actividad contraria a la actividad laboral, que normalmente es evaluada positivamente por quien la realiza. Pero su trascendencia es mucho mayor, ya que a través del juego las culturas transmiten valores, normas de conducta, resuelven conflictos, educan a sus miembros jóvenes y desarrollan múltiples facetas de su personalidad.
Funciones del juego en el desarrollo infantil
Durante los distintos periodos de su desarrollo, el niño tiene diferentes intereses. A veces se habla, por ejemplo, que el niño tiene periodos críticos en su desarrollo, siendo de vital importancia considerar los intereses espontáneos de cada periodo para lograr un desarrollo íntegro. Su universalidad es el mejor indicativo de la función primordial que debe cumplir a lo largo del ciclo vital de cada individuo. Habitualmente se le asocia con la infancia, pero lo cierto es que se manifiesta a lo largo de toda la vida del hombre, incluso hasta en la ancianidad.